30 de octubre de 2023
“¿Hay otro bebe en tu guatita? Me preguntó inocentemente mi hijo mientras jugábamos. -No mi amor- le respondí con cariño y con un nudo en la garganta lo dejé viendo monitos mientras corría a encerrarme al baño. En esos 5 segundos habían pasado frente a mis ojos los miles de pinchazos, las lágrimas, las pérdidas, las tres aspiraciones…todo lo que viví para llegar a él.
El llanto era incontenible, las manos me tiritaban, sentía que me faltaba el aire…¿Porqué si yo había logrado mi anhelado sueño me sentía así?»
La infertilidad tiene un impacto emocional importante, no sólo cuando se diagnostica o cuando alguien se está sometiendo a tratamientos de reproducción asistida, sino que también, algunos expertos plantean, que la duración de este trasciende los tratamientos incluso después de lograr tener hijos.
Una investigación realizada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard concluyó que el costo emocional y económico de la infertilidad y sus tratamientos pueden causar estrés crónico y, en algunas personas hasta trastorno de estrés post traumático (TEPT).
Lo anterior, sería causado por la combinación de distintos factores: como las preocupaciones económicas, el estrés en la relación de pareja, los efectos secundarios de las hormonas utilizadas para tratar la infertilidad y el resultado de estos tratamientos. Todos estos factores estresantes se van sumando y, con el tiempo, pueden provocar un trastorno de estrés post traumático (TEPT) o, como mínimo, estrés crónico. Este trastorno estaría relacionado principalmente a los resultados de los tratamientos de fertilidad, ya sea por el estrés de convertirse en padres después de muchos intentos e intervenciones agotadoras o el dolor y el estrés derivados del fracaso de no haberlo logrado.
Creemos que es importante que todos estemos conscientes de que las consecuencias que tiene la infertilidad pueden ser profundas y de muchos aspectos, no es un invento o una exageración de quienes la padecen. Diariamente vemos a mujeres con infertilidad inexplicada que viven con un estrés crónico porque su situación de infertilidad dura por años, esto puede ser tan estresante que puede llegar a afectar la salud mental a niveles peligrosos.
Muchas veces pasa que luego de lograr la maternidad se cree que todo pasó y quedó atrás, pero hay casos en que cualquier cosa puede gatillar un desbalance emocional importante.
Esto incluso más evidente cuando estamos en medio de tratamientos de fertilidad. Si estás leyendo este artículo y te sientes identificado o identificada recuerda que en Fundación Fënn tenemos un Área de Apoyo Psicoemocional, escríbenos a apoyo@fundacionfenn.cl