Testimonios

Dos mamás en proceso

3 de marzo de 2022

La búsqueda de un hijo no siempre es fácil, aún si existen muchas presiones desde el entorno, para nosotras la maternidad es una elección totalmente conversada, no es algo que se espera de nosotros ni por la familia ni por la sociedad.
Como pareja lésbica teníamos un miedo real de ser discriminadas y no entendidas en nuestro deseo de ser madres. La búsqueda de un centro donde nos sintiéramos acogidas y respetadas era fundamental para este camino que aún es muy incierto. Yo soy súper matea entonces antes de tirarnos a la piscina cotice, estudie y busque todo lo posible para partir con la mayor información posible, descubrí que la única clínica en Chile que posee banco de donantes masculino es CER y es una de las más económicas. También encontré testimonios de parejas lésbicas que se habían atendido ahí, así que fue nuestra primera opción. Con eso bajamos bastante el valor del procedimiento, cosa que era vital para nosotras, ya que sabíamos que sería un largo camino y que son pocas las que tienen suerte las primeras veces, sobre todo porque yo tengo asociadas otras patologías (obesidad, hipotiroidismo y resistencia a la insulina) que quizás nos iba a hacer todo un poco más difícil.
Las parejas como la nuestra nos saltamos un paso, creo que no se vive el «duelo genético» o no nos pega tan fuerte como a las parejas heterosexuales, es una de las cosas que más me ha llamado la atención en este camino conociendo las vivencias de otras personas. Nosotras partimos desde el comienzo sabiendo que necesitaríamos un donante para lograr nuestro objetivo y no fue tema, porque nuestra concepción de maternidad va desde la crianza, de otra forma la madre no gestante nunca se sentiría parte, lo cual no es así. Incluso creo que si tuviéramos que llegar a la ovodonación tampoco sería tema para nosotras. Yo ya tengo 34, mi pareja es más joven pero no le interesa todavía quedar embarazada, a mi sí, quizás es el reloj biológico…
No ha sido fácil, llevamos 4 IIU, entre ellas un embarazo bioquímico. El apoyo de mi pareja en todo este camino ha sido fundamental. Nunca sospeché lo duro que iba a hacer y cómo mi anhelo por ser madre iba a mantenerse intacto. Quizás cuando se retomen las cosas (ahora todo está en pausa por el COVID) comencemos con FIV. Somos una pareja que lleva relativamente poco tiempo intentando ser madres así que todavía no tenemos discusiones más profundas sobre cuándo parar. Además, tenemos la ventaja de ser 2 mujeres y aunque siempre vamos a necesitar un donante si una físicamente ya no puede seguir con los tratamientos al menos tenemos la opción de que la otra pueda seguir.
Le mando mucha fuerza a todas las parejas, que como a nosotras no les resulta a la primera. Creo que es clave buscar información y programarse, a nosotras como mujeres la sociedad nos inculca desde chicas que la maternidad es parte de nosotras y que es algo «asegurado», lo que no es así, conocemos a muchas mujeres que se embarazan con facilidad, pero lamentablemente el tema de la infertilidad es más tabú, entonces no conoces todas las muchas otras mujeres que sufren pérdidas o les cuesta embarazarse.

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