3 de marzo de 2022
Mi primer embarazo de la vida fue tubario, se trató con metotrexato pero igual a los 10 días aproximadamente se rompió y me tuvieron que extirpar la trompa con una laparotomía de urgencia.
A los meses, y con mucho susto, quise intentar un nuevo embarazo. Antes de partir, me hicieron la famosa histerosalpingografía. No la encontré tan terrible como me habían dicho o quizás ya estaba acostumbrada al dolor. Para mi alivio me dijeron que la trompa que me quedaba estaba permeable…
Lo intenté y me embaracé enseguida, pero terminó en aborto retenido. No puedo explicar la pena que sentí.
Pasé un año entero buscando razones, diagnósticos. Pasé por muchos doctores y tratamientos para ver qué podía ser. Hasta que llegué a mi querido doctor Pommer quien me operó por laparoscopía y descubrió que tenía endometriosis en grado 3, me dijo que me había dejado como nueva y que intentara embarazarme de forma natural en los siguientes 3 meses y que si no funcionaba intentaramos in vitro.
Gracias a Dios en el segundo mes me embaracé de mi hijo, quien hoy tiene 2 años.
A veces las cosas maravillosas en la vida se demoran un poco más.