3 de marzo de 2022
Antes de preguntarle a un matrimonio joven, que lleva mucho tiempo junto cuando empezará una familia… antes de que le preguntes a los papás de un niño que es hijo único cuándo llegará un hermano o hermana… antes de preguntarle a una treintañera si planea tener hijos porque, ya sabes, el reloj no se detiene… sólo no lo hagas. Por favor no lo hagas. No sabes quién está sufriendo por problemas de fertilidad o llorando un aborto espontáneo, o luchando con problemas de salud. No sabes quién está teniendo problemas con su pareja o bajo mucho estrés. No sabes quién está en la duda sobre si tener hijos o tener más hijos. No sabes si han decidido que no es lo adecuado en ese momento, o que nunca será lo adecuado para ellos. No sabes cómo esa pregunta, aparentemente inocente, puede reavivar una pérdida o causar dolor, estrés o frustración.
Para algunas personas esas preguntas pueden no molestar pero en general es bastante probable que sea una pregunta incómoda.
Ya seas un ansioso futuro abuelo o un amigo bien intencionado o un miembro de la familia o un vecino intruso, no es tu problema. Mejor pregúntale al otro como está en este momento de su vida o cuál fue la mejor parte de su día. Si esa persona te quiere involucrar en algo tan personal como son sus planes de tener o no hijos, te lo dirá. Si estás curioso, sólo ten paciencia y espera que te lo cuenten por iniciativa propia y cuando estén listos (basado en el texto de Emily Bingham).