En Fënn estamos convencidas de que un tratamiento de fertilidad es como tener un segundo trabajo. Implica múltiples citas médicas, alarmas para medicamentos, más citas médicas, intervenciones quirúrgicas, recuperación, ansiedad a niveles insospechados, espera, miedo. A todo lo anterior, se le suma el: ¿Cómo pido permiso? ¿Presento licencia? ¿Cómo compatibilizo mi vida laboral y el peregrinaje de los tratamientos de fertilidad?
Lamentablemente las mujeres no podemos compartir la pesada carga de los tratamientos porque independiente de si factor de infertilidad es femenino o masculino, son ellas las que deben acudir a los seguimientos, tomar hormonas e inyectarse a una hora específica. A lo anterior, se le suma el estrés y la culpa (injustificada) con que viven se vive en el trabajo porque se deben pedir permisos y andar corriendo para poder cumplir con todo lo que conlleva un tratamiento (ecografías en la mañana, exámenes, búsqueda de medicamentos por horas etc). Lamentablemente no todos los trabajos y empleadores son comprensivos, lo que añade más angustia a todo el proceso.
Por eso dejamos algunos tips para navegar el estrés de esta situación:⠀⠀⠀
- Primero que nada: la infertilidad es una enfermedad. Ningún trabajo debería estar por encima de tu salud, no están haciendote un favor por dejarte ir al doctor. Tan pronto todos (especialmente nosotros) entendamos eso vamos a avanzar mucho más rápido.⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
- Cuenta sólo si es necesario o si crees que existe un ambiente laboral bueno para apoyarte: hemos escuchado historias de jefes/as super comprensivos/as y apañadores/as y de otros/as que están para denunciarlos. A veces, puede ser mejor no contar nada. Si tienes un/a colega que te apañe, que pueda cubrirte si se necesita, quizás es bueno contarle. Siempre es mejor tener gente de nuestro lado, pero gente que sume.
- Cómo me organizo: conversa con tu doctor/a o matrona todas las fechas de tu tratamiento. Los protocolos de fertilidad son bastante estándar, puede que haya alguna ecografía extra o algún otro chequeo pero en general, te debieran decir con anticipación qué días vas a necesitar ir. Pregunta qué citas puedes tomar con anticipación para hacerlas calzar antes de la pega o después y así no andar corriendo. No agendes nada importante ni antes ni después de las citas médicas o exámenes, nunca se sabe qué cosas se pueden atrasarte.
- Si te estás haciendo una FIV habla con tu doctor/a para que la aspiración folicular quede cerca del fin de semana (en la medida de lo posible), de esta manera, puedes descansar sin sentirte presionada. Si te quedan días de vacaciones quizás deja alguno para recuperarte. Lo anterior, también aplica para los días de transferencia que aunque es mucho menos invasivo que una aspiración folicular, es bueno permitirse estar en otra para acumular fuerza para la betaespera.
- Re-asigna tareas con tu pareja: probablemente tienen asignado quién hace qué en la casa o quién paga qué. Una buena estrategia para liberar tu agenda y tu estrés es repartir de otra forma las tareas domésticas, compartir las alarmas, tratar de trabajar en equipo. Aún si el otro/a no puede participar en los exámenes puede ayudar con otras cosas.